viernes, 7 de junio de 2019

Liderazgo

 el liderazgo ha evolucionado considerablemente. Durante la era Industrial, el éxito de una empresa dependía del nivel de acatamiento de las órdenes por parte de los empleados. En cambio hoy, es absolutamente necesario que el personal participe en los procesos creativos de la empresa. En las organizaciones modernas, el liderazgo ha pasado de ser exclusivo del grupo gerencial a ser delegado en los equipos de trabajo de varios niveles jerárquicos. La mejor forma de propiciar el crecimiento de la organización es propiciando un clima participativo, con líderes que dirijan nuevas tendencias, que propicien la creación de nuevas ideas y métodos y no teman encabezar el cambio.


¿QUE ES EL LIDERAZGO?


La palabra liderazgo define a una influencia que se ejerce sobre las personas y que permite incentivarlas para que trabajen en forma entusiasta por un objetivo común. Quien ejerce el liderazgo se conoce como líder.

El liderazgo es la función que ocupa una persona que se distingue del resto y es capaz de tomar decisiones acertadas para el grupo, equipo u organización que preceda, inspirando al resto de los que participan de ese grupo a alcanzar una meta común. Por esta razón, se dice que el liderazgo implica a más de una persona, quien dirige (el líder) y aquellos que lo apoyen (los subordinados) y permitan que desarrolle su posición de forma eficiente.
La labor del líder consiste en establecer una meta y conseguir que la mayor parte de las personas deseen y trabajen por alcanzarla. Es un elemento fundamental en los gestores del mundo empresarial, para sacar adelante una empresa u organización, pero también lo es en otros ámbitos, como los deportes (saber dirigir un equipo a la victoria), la educación (profesores que consiguen que sus alumnos se identifiquen con su forma de pensar) y hasta en la familia (padres o hermanos mayores que son tenidos como absoluto ejemplo por parte de sus hijos, por ejemplo).



Existen distintas clasificaciones de los líderes, que se establecen a partir de diversos criterios. Cuando un líder es escogido por una organización, se habla de un líder formal. Los líderes informales, en cambio, emergen de manera natural o espontánea dentro un grupo.



Mayer y Slechta en su libro Los 5 pilares del éxito (2003), definen el liderazgo como: 


“La capacidad de lograr resultados específicos y beneficiosos a través de las personas. Eso significa que cuando nos dirigimos a los demás así como a nosotros mismos, estamos encargados de incrementar sus contribuciones, además de la nuestra. Eso es todo lo que los líderes hacen; el desafío es incrementar los resultados en una forma más consistente, eficiente y efectiva, para contribuir más al esfuerzo total, sin importar lo que ese esfuerzo pueda ser. El líder requiere ciertos valores integridad, un corazón servicial y correcta administración”. El auténtico liderazgo parece ser una orquestación de habilidades que le permite a quien lo practica, visualizar oportunidades, infundir compromiso en los trabajadores y crear nuevas culturas organizacionales para adaptarlas a cambios en el entorno. Mucho se puede decir y escribir acerca del liderazgo y tal vez su definición es diferente para cada organización, pero siempre involucrará a las personas y al efecto que causan unas en otras para hacer que las cosas sucedan. 



¿ES NECESARIO EL LIDERAZGO EN LA ADMINISTRACIÓN DE EQUIPOS?


 “Las compañías ganadoras prevalecen porque tienen buenos líderes que fomentan el desarrollo de otros líderes en todos los niveles de la organización”. Noel Tichy Hay quienes creen que “administración” y “liderazgo” son sinónimos, sin embargo hay grandes diferencias que todo gerente debe conocer. Para empezar, pensemos: ¿puede haber líderes de grupos no organizados? Claro que si, el liderazgo existe cada vez que alguien guíe e influya en la conducta de un grupo o individuo, cualquiera que sea la razón. Ahora ¿Puede haber administradores en estructuras no organizadas? No, sólo puede haber administradores en condiciones de estructuras organizadas en las cuales se le otorga formalmente la autoridad. Y por último: ¿Puede un directivo, administrar sin liderazgo? Si, puede hacerlo, pero bajo un enfoque clásico, limitado al control y mantenimiento de los sistemas y las estructuras. 


Para ampliar este análisis del liderazgo vamos tener en cuenta la perspectiva de Thomas Bateman Y Scott Snell, en su libro Administración: una Ventaja Competitiva (2004): 


“Los gerentes efectivos no son necesariamente verdaderos líderes. Muchos administradores, supervisores e incluso altos ejecutivos cumplen con sus responsabilidades sin ser grandes líderes. Pero estas posiciones abren oportunidades para el liderazgo. Entonces, la habilidad de dirigir efectivamente separará a los gerentes excelentes de los promedio. Los gerentes tienen que tratar con las complejidades cotidianas de las organizaciones. El verdadero liderazgo incluye orquestar el verdadero cambio con efectividad; mientras que administrar requiere planear y presupuestar rutinas, dirigir incluye establecer el rumbo (crear una visión) para la organización. La administración requiere estructurar la organización dotarla de gente capaz y supervisar sus actividades; el liderazgo va mas allá de estas funciones al inspirar a la gente a realizar la visión. Los grandes líderes mantienen a la gente enfocada en impulsar a la organización hacia su futuro ideal, motivarla a superar cualquier obstáculo en el camino”

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